jueves, 14 de mayo de 2009

Idleness

Estoy asqueada. Me asfixio dentro de mi propia conciencia.
Deseo salir... y quizás no pueda.

Pero sólo me dedicaré a vomitar palabras, palabras austeras, sin sentido, que aflojan lo que concibo a través de mi imaginación, hablo de esa infame que se flagela con sonidos, con ruidos de recuerdos perdidos.

No puedo dormir.
¿Podría comenzar un relato?
Un inútil relato...

Golpes de irrealidad real
En los que cuenta una insana desvelada lo que es de pronto verse conocida en la visión escurridiza de un mundo conocido.

¿Cuántas veces los he conocido?
¿Diez? ¿Veinte?

Llegan quizás como un suspiro
que no conoce quien lo posee
y mucho menos
quien haya sido.

Los recuerdos se borran
mientras son arrastrados
por una ráfaga de tiempo mal hecho
que no conoce afectos
no reconoce defectos
y tampoco sabe
disfrutar sentimientos.

Pero poco a poco
llegan las memorias
de la vida pasajera
que se ha ido metiendo
entre tus venas

Y como si fuera un sueño efímero
la felicidad del desconocimiento
se va arrancando
mientras las ideas
comienzan a aterrizar,
esas infames
que solo te dicen
que tu existencia sigue siendo
r e a l.

Pero siempre el sueño
despierta
y lentamente
al llegar del corto viaje
me desprendo de mis maletas.

Y otra vez soy arrojada
sin permiso
en un mundo
que constituye un espacio
que sólo está
lleno y vacío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario