martes, 30 de junio de 2009

Letargo

Cuando la alegría se escapa de nuestros ojos

y la locura llena nuestras vidas

con ese letargo oscuro que encontramos cada maldito día,

ya no vemos astros en el cielo,

 ni los rayos del sol bañan nuestra piel,

 la costumbre se hunde de una forma tan profunda

que nos olvidamos de contemplar paisajes,

rostros,

 la indiferencia cae en forma de lluvia amarga que evoca momentos,

recuerdos llenos de palabras mudas y sonrisas inexistentes.

 

 Es ahí cuando nuestra manipulada conciencia

divaga en los abismos de la desesperación,

 la fuerza de la amargura desprende lágrimas lóbregas,

y el descontento perpetuo provoca que durmamos sin sueño,

esperemos sin anhelos

            vivamos sin sentimientos.

 

 Es en esos momentos cuando execramos el cansancio

y damos residencia a las despedidas.

 Todo esto continua mientras nos llenamos de nada

 y nos vaciamos de todo.


De pronto chocamos con las noches de realidad irreal

que nos dicen que seguimos siendo esclavos,

esclavos de la existencia forzada y de los actos mecanizados. 

Incuria fragmentada

Aún vivo, si, igual que siempre,

y la costumbre desasosegada

 está comenzando

                            a fatigarse,

Echa un vistazo.

Si, aquí, al pozo del olvido

donde descansan los recuerdos

                                   corroídos

y piensa por  última vez

que no hay perfección

detrás de la idealización.

La seriedad hizo burla de mi

y todavía tropiezo con sus carcajadas.

Ya se han ido, ya no hay tiempo

ni momentos vividos.

Ahora sólo llega por segundos

una luz indescifrable,

un destello de momentos

acumulados por hobbie

y el sonido extranjero

de pasos que se volvieron

                                         espuma.

Pero ya no puedo esperar

que el tiempo se vuelva tiempo,

él sólo es pasajero

y fluye

siempre fluye

                    como veneno.

martes, 23 de junio de 2009

Evaporación evocada


A los recuerdos, Un hálito de luz entre verdades vendidas,
una última fragacia captada desde la podredumbre 
a donde se dirigen los motivos indirectos,
a todos ellos,
a la visión del sol lastimero,
a los primeros,
a los perdidos,
a las cenizas del tiempo corroído, 
y a los olvidados... 
a todos ellos les digo
que pueden morir, 
pueden seguir
muriendo.
Háganlo, escapen 
antes de que vengan los infames mecanizados
para colocarlos en una botella y
reducirlos a un fardo mercantil.

Desazones


Ya he sido golpeada muchas veces por la fuerza de los intentos. Si, hablo de los maltrechos, 
esos que riñen por distracción 
y respiran por obligación. 

Sólo espero que mientras 
la tranquilidad insana de las noches 
perfora sus párpados adormilados 
llegue una brisa de tiempo 
y me trague 
me trague por completo 

pero el cansancio siempre se fatiga 
y sólo saca a pasear los quejidos 
pera después volver a comenzar 
con la rutina diaria 
de su mórbida normalidad.

sábado, 23 de mayo de 2009

Escribe


Por este mundo absurdo
que siendo tan payaso
no nos permite reírnos
de su seriedad.
Por los modales hipócritas que sobran
y los respetos que faltan.
Por los recuerdos olvidados
que se cargan en los párpados,
los sentimientos que fueron
comprados siendo empaquetados
en una envoltura reciclada,
y las verdades falsas que nos vendieron
con descuento.
Por la humanidad maquinada
y la mezquindad perpetuada
en nuestra rutina mecanizada.
Por los suspiros y los instantes
inefables.
Por la engañosa felicidad efímera
que inocentemente se cree perenne.
Por la alegría y la tristeza
que juegan a intercambiarse los roles
y confundir las conciencias
de aquellos inocentes
que se suelen llamar, alegres y tristes.

Y porque quizás sea éste el único medio
que se expresa sin permiso
viviendo en los libres cautiverios.

Y por muchas más cosas que mi memoria ineficaz no puede recordar.
Sólo me gusta este jodido sitio por su valía nula , la indiferencia que despierta y porque mis fruslerías lucen mejor aquí que en mi libreta más jodida aún llenada con mi letra casi indescifrable.
¿Importa eso demasiado?
Prtttttttttt


Oh, disculpen mi carácter indolente.
Me salvaré de sus reproches culpando a la incuria que me persigue como diablo.

jueves, 21 de mayo de 2009




-Pero ¿qué clase de persona eres tú?- Preguntó.
- Soy un payaso- dije-, y colecciono momentos. Adiós.
Y colgué


miércoles, 20 de mayo de 2009

Mi amigo, el estrabismo se volvió correcto



Yo conozco muy bien a esas dos entradas, esos umbrales que se echan encima todo un mar de visiones, lastimeras y placenteras.
A las mías les tocó, desde el principio de su existencia, percibir el mundo con deficiencias.
Estrabismo correctivo... No, ese término no suena gracioso. 
¿Qué tal si usamos, anomalía en la coordinación de los ojos? Sumemos a ésto que soy una persona hipermétrope. 
Mi madre solía perseguirme. "Vamos hija, tenemos que hacer trabajar a ese ojo holgazán".
Corría detrás de mi con un parche estilo pirata.
Lo único lamentable fue que mi imagen distaba mucho de ello; los cabellos tusados y la ausencia de un perico en mi hombro daban al traste con mi credibilidad.
Así que por mucho tiempo me dediqué a huir de ese parche (claro está que no estaba dispuesta a aceptar la mediocridad de un vestuario incompleto) aunque muchas veces no me salvaba de los ejercicios visuales que me obligaba a hacer mi padre.
"Sigue mi dedo, sigue mi dedo..." Comenzaba a simular círculos y yo comenzaba a simular que los seguía con la vista.
Después de las corretizas que me propinaban los parches y los ejercicios llegó la escuela.
Si, la primaria y la secundaria pasaron de mi  a través de grandes armazones que sostenían gruesos lentes.
No era muy cómodo subir a los árboles o estar de cabeza usando esa antes llamada por mi inocua conciencia, abominación graduada.
 Tenía que deshacerme de ellos de vez en cuando y también los armazones tenían que deshacerse del par de lentes , así que inocentemente se perdía uno de vez en cuando.
En varios arranques de libertad de aquel lente desgraciado, volví a recordar mis aventuras de pirata frustrado, al no tener un objeto que se interpusiera entre mis pupilas y el mundo
 exterior.
No sólo fueron mis aventuras salgarianas lo que evocó mi memoria al perder uno de los objetos que sostenían los armazones, también recordaba perfectamente que en las ópticas no regalan lentes a los piratas que perdieron sus ojos en sus desventuras.
La cartera de mi padre recuerda este hecho mucho mejor que yo.

Al cuadro de honor le llegó la visita de la foto que aún no conocía al estrabismo correcto.
Secundaria, doce años y pasaba por aquel pasillo lúgubre, aquella muestra mezquina y ostentosa de los hipócritas seguidores de la responsabilidad sobrentendida. 
Ahí lucían las fotos de aquellos infelices clasificados con honor detrás de una vitrina.
Primero, segundo, tercer lugar...
¿Dónde estaba el estrabismo impertinente?
Ahí, junto al número que pretendía ser el primero.
¿Cómo pasaba en aquellos momentos la residencia de aquel huésped visual tan molesto?
Algunas veces cerraba los ojos, otras miraba el piso o el techo, otras contemplaba la negrura de sus zapatos. En otras ocasiones se entregaba a soliloquios.
A sus oídos no les pudo colocar tapones momentáneos que le permitieran alejarse de chistes generados a partir de aquel estrabismo tan divertido.

Ya había olvidado las inolvidables luchas. Si, el estrabismo si era amable con los anteojos y detrás de ellos se dejaba corregir pero solo se le quitaban de encima y volvía a ser el mismo travieso.

Quítate los lentes!
-¡NO!

-¿Me permites ver tus ojos?
-¡NO!

-¿Qué tal te ves sin anteojos?
-¡NO!

-¿Puedo quitarlos?
-¡NO, NO, NO Y NO!

Varias huidas me dejaron cargando en mi bolsa de recuerdos aquellos crueles curiosos.

Luego el estrabismo se volvió amable y se dejó corregir.

¡Y las corretizas se acabaron!




Deudas


Y veo a través de la ventana
como la vida se me escurre por las venas
y la muy desgraciada no escucha mis súplicas
que desvalidas le gritan "regresa".
Pero descuida, maldita malparida 
Algún día ajustaremos cuentas.

Agua de ciudad


Lo se, podría estar durmiendo y en lugar de eso me quedo pudriendo en mi noche desvelada.

Todos cargan con su originalidad.
¿inventada? Quizás
¿Fingida? Quizás
Y la usan como su arma repelente.

De todos modos creen en ella y sobre esta cae la lluvia de su vanidad.
Pero también creen que sus aguas precipitadas se verán salvadas.

Y asoman la cabeza
Salen de los abismos elevando su bandera de grandeza descompuesta.

¡Ay de ellos que dirigen las aguas de ríos ficticios!
!Ay de mi que todavía no le encuentro sentido!


Si, se creen fuera.

jueves, 14 de mayo de 2009

Idleness

Estoy asqueada. Me asfixio dentro de mi propia conciencia.
Deseo salir... y quizás no pueda.

Pero sólo me dedicaré a vomitar palabras, palabras austeras, sin sentido, que aflojan lo que concibo a través de mi imaginación, hablo de esa infame que se flagela con sonidos, con ruidos de recuerdos perdidos.

No puedo dormir.
¿Podría comenzar un relato?
Un inútil relato...

Golpes de irrealidad real
En los que cuenta una insana desvelada lo que es de pronto verse conocida en la visión escurridiza de un mundo conocido.

¿Cuántas veces los he conocido?
¿Diez? ¿Veinte?

Llegan quizás como un suspiro
que no conoce quien lo posee
y mucho menos
quien haya sido.

Los recuerdos se borran
mientras son arrastrados
por una ráfaga de tiempo mal hecho
que no conoce afectos
no reconoce defectos
y tampoco sabe
disfrutar sentimientos.

Pero poco a poco
llegan las memorias
de la vida pasajera
que se ha ido metiendo
entre tus venas

Y como si fuera un sueño efímero
la felicidad del desconocimiento
se va arrancando
mientras las ideas
comienzan a aterrizar,
esas infames
que solo te dicen
que tu existencia sigue siendo
r e a l.

Pero siempre el sueño
despierta
y lentamente
al llegar del corto viaje
me desprendo de mis maletas.

Y otra vez soy arrojada
sin permiso
en un mundo
que constituye un espacio
que sólo está
lleno y vacío.